VDS Chicureo
El Temple Dojo continua con su sueño de enseñar artes marciales
Rodrigo, el dueño del Dojo llevaba 5 años trabajando en un local ubicado en la calle El Alba Uno, Chicureo, pero por la crisis del Covid-19, se hizo insostenible seguir pagando el arriendo y fue por eso que, con el apoyo de su familia, tomó la decisión de emprender un nuevo gran proyecto para seguir enseñando artes marciales.

Lamentablemente el Temple Dojo fue golpeado fuertemente por la pandemia, pero como bien enseñan las artes marciales, supieron levantarse y volver con más fuerza aun para hacer lo que aman: entrenar, luchar y aprender a través de algo tan sano como el deporte.
Trasladaron de a poco el Dojo a una parcela en Santa Esther y ahora cuentan con mucho más espacio que antes para las artes marciales. Actualmente, el Dojo trabaja enseñando Kick-boxing y Jiu-Jitsu, pero nos adelantaron que en un futuro cercano esperan retomar varias de las disciplinas que practicaban antes de la pandemia, como el kung-fu, karate, entre otros.
Rodrigo nos contó que ha tenido muy buena recepción del público luego de haberse cambiado de sede y que atiende unos 15-16 alumnos por clase. Los niños que ingresan al Dojo tienen un mínimo de cuatro años y es sin tope de edad.
Si quieren contactarlo para conocer las virtudes de las artes marciales y hacer amistades a través del deporte, pueden hacerlo a través del Instagram @templedojo o hablándole al WhatsApp +56978470866.