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Se concreta en Chile las primeras casas de economía colaborativa: cada una tendrá hasta 8 dueños

El innovador modelo, pionero en nuestro país, facilita una “copropiedad de administración digital” de hogares, pensado para segundas viviendas que cuesten la octava parte del valor real y sin necesidad de trámites en Bienes Raíces. Las primeras casas estarán en Zapallar, Cachagua y Marbella.

Presentan las primeras casas de copropiedad de administración digital /cada una tendrá hasta 8 dueños

La “economía colaborativa” es una tendencia que se está imponiendo en varias partes del mundo, sobre todo en países del hemisferio norte. Y tal como comenzó instalándose en redes de comercios, uso de recursos, transporte, logística y financiamiento de proyectos, recientemente está revolucionando otras áreas, como la inmobiliaria.

Es así como, de forma inédita en Chile, acaba de concretarse el primer grupo de casas destinadas al modelo de economía colaborativa. Se trata de seis hogares que pondrá a disposición la proptech chilena Legria, plataforma que busca facilitar el acceso a la segunda vivienda a través de un modelo de copropiedad, en donde una construcción se dividirá en ocho dueños.

¿Cómo? Ignacio del Río, CEO de Legria, explica que “el modelo de nuestra startup se basa en que las personas puedan acceder a una de las ‘casas Legria’ que estarán en nuestra plataforma, pero en vez de una compra tradicional, esas viviendas se fraccionarán en hasta ocho propietarios. Es decir, pagando la octava parte, ya podrás considerarte dueño del hogar compartido”.

El modelo, según aclaran desde la startup, está enfocado en quienes buscan una segunda propiedad en destinos vacacionales, pero reconocen que su uso será esporádico. “Usar tu segunda vivienda unas cuantas semanas por año es ineficiente y costoso. Lo que buscamos en Legria es democratizar la segunda casa optimizando su uso, y también acercar a más gente las posibilidades de plusvalía por ser propietario. Porque tal como hacemos sencilla la compra, también puedes vender cuando quieras y en tus propios términos”, agrega el CEO de la proptech.

El primer grupo de co-propiedad de casas se distribuirá entre Zapallar, Cachagua y Marbella. Con ello, se convierte en el primer stock de 48 acciones para hogares compartidos, cifra que la startup buscará aumentar a medida que expande su modelo en todo Chile. “Al optimizar el uso de una segunda vivienda con tecnología, el ahorro económico es considerable. Hablamos de que una vivienda de 20 mil UF termina costando en realidad 2.500 UF para el accionista. Y también es responsable con el medio ambiente, por las características propias de las casas, primero, y porque un modelo colaborativo reduce la cantidad de las mismas que se construyen”, detalla Pedro Pablo Mir, Co-Founder de Legria.

 

Si bien el concepto de copropiedad existe hace décadas, los fundadores de Legria afirman que la implementación de tecnología es crucial para evitar posibles conflictos derivados. De hecho, a través de su plataforma, los accionistas de la vivienda colaborativa podrán hacer seguimiento a los gastos compartidos de mantención de la vivienda y la reserva de sus estadías.

 

“Nosotros no nos limitamos a comprar, decorar, equipar y fraccionar una casa, sino que además nos encargamos de toda la administración y funcionamiento de la co-propiedad. Desde una app, cada accionista podrá estar al tanto de todo lo que ocurre en ella: el gasto que corresponde a cada uno, los arreglos que se hacen, cambio en el amoblado, etc. En la misma app los co-propietarios podrán agendar el tiempo que quieren usar su casa en base a un sistema inteligente que es flexible y equitativo. Incluso, en caso de incumplimientos de algún propietario que no sean remediados, nosotros tenemos medios para sacarlo y así proteger a los propietarios cumplidores. Todo esto le permitirá a los clientes tener la tranquilidad de que la co-propiedad será armoniosa”, señala Del Río.

“Otra de las ventajas es que el comprador de la vivienda jamás tendrá que pasar por el conservador de bienes raíces o hacer trámites engorrosos, porque en realidad pasa a ser parte de una SpA (sociedad por acciones). Combinar un modelo flexible, junto con tecnología, son nuestros pilares para facilitar el acceso a la segunda vivienda de manera innovadora”, agrega Mir. Un modelo que, sin duda, da la posibilidad de adquirir una segunda vivienda compartida, permitiendo olvidarse de un gasto adicional al no arrendar más para ir de vacaciones o por un fin de semana.

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